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jueves, 16 de junio de 2011

Hipótesis del lago

Román Gubern (1934) en su ensayo El simio informatizado habla de la importancia de la imagen en el proceso de hominización del ser humano. Su teoría de la hipótesis del lago se basa en que cuando el hombre primitivo pudo verse espejado en el agua de un lago reconoció un Otro al que pudo reconocer como sí mismo: por primera vez lo icónico se hizo conceptual en su cerebro a través de la conciencia de la identidad. Hubo un salto cualitativo de lo sensorial a lo intelectual. Para ello fue necesario que el humano tuviese tres capacidades psicológicas: la memoria figurativa (permite reconocer y recordar formas y colores), la intencionalidad de fijar algo de modo icónico (el contorno de la propia imagen), la clasificación de los elementos según categorías (para poder afirmar "este soy yo").

Walter Benjamin y la copia de la imagen

En La obra de arte en la era de su reproducción técnica, el filósofo y crítico alemán habla de la copia como una “pérdida de la unicidad artística”. Esto quiere decir que, al poder reproducir prácticamente todo, el arte ya no es único. Desde la época en que habla Benjamin hasta la actualidad se han desarrollado técnicas novedosas que hacen que la obra se actualice a cada instante. No hablamos de retocar o renovar piezas, sino de copiar y reproducir de forma prácticamente exacta las obras que un día fueron únicas y que jamás volverán a serlo. Es decir que el arte ha ido perdiendo su carácter originario de obra única, irrepetible. Cuando hablamos del lenguaje nos referimos a la lectura y la escritura y, por lo tanto, la imagen también es un lenguaje. Según el autor, la reproducibilidad técnica ha cambiado la obra de arte. Se ha configurado otro conocimiento: desde la fotografía, la reproducción figurativa ha ido aumentando hasta llegar a conseguir que la palabra y la imagen fueran de la mano. Hoy en día la imagen también es condicionante de conocimiento y conciencia. El arte apunta a lo masivo y no a lo individual; por lo que ha cambiado su origen en el ritual por otro origen: la política.

La producción masiva en el arte

Si hablamos de copia y de pérdida de autenticidad no podemos evitar referirnos a la corriente de la cual Andy Warhol fue maestro y símbolo: el arte pop. Se usa el concepto de lo popular para enlazar al arte con la cultura de masas de la nueva sociedad industrial, luego de vencer la crisis de los años 30. La nueva cultura de masas que emerge en esa sociedad industrial refleja las nuevas formas adoptadas por el modo de producción: no solo produce masivamente objetos para el consumo, sino que produce a su vez a las masas mismas, como consumidoras. El arte pop construye un lenguaje artístico nuevo, basado en técnicas ligadas a las de la misma producción industrial, para elevar esas imágenes a la categoría de arte. Pero sin ellas, y sin la sociedad de consumo que las inspira, es incomprensible. El artista pop no duda en explotar todos los mecanismos de producción de imágenes populares, ya sea la fotografía, la publicidad, el cine, las revistas y el cómic. Este peculiar lenguaje del arte pop tiende a eliminar la expresividad subjetiva del autor y a fomentar una especie de objetividad intrínseca y despersonalización de la obra. El mismo Warhol, en su visita a Madrid en 1983 recorrió el museo del Prado sin mirar un solo cuadro, y sólo se interesó por la obra de un copista. Su filosofía explícita era que el arte comercial es mucho mejor que el arte por el arte.

Susan Sontag y la fotografía

¿Ya resulta imposible imaginar nuestro modo de pensar sin las fotos? Hace treinta años, Susan Sontag publicó una serie de ensayos en los que analizaba el papel de la fotografía en el mundo desde las perspectivas más diversas. Dijo que la fotografía se ha transformado en uno de los medios principales para experimentar algo, para dar una apariencia de participación. Una fotografía no es el mero resultado del encuentro entre un acontecimiento y un fotógrafo; hacer imágenes es un acontecimiento en sí mismo, y uno que se arroga derechos cada vez más perentorios para interferir, invadir o ignorar lo que esté sucediendo. Nuestra percepción misma de la situación ahora se articula por las intervenciones de la cámara. Fotografiar es esencialmente un acto de no intervención. Parte del horror de las proezas del fotoperiodismo contemporáneo tan memorables como las de un bonzo vietnamita que coge el bidón de gasolina y un guerrillero bengalí que atraviesa con la bayoneta a un colaboracionista maniatado proviene de advertir cómo se ha vuelto verosímil, en situaciones en las cuales el fotógrafo debe optar entre una fotografía y una vida, optar por la fotografía.

Régis Debray y la mediología

En una entrevista hecha por Daniel Bougnoux para el Correo de la UNESCO de febrero de 1995, el filósofo y escritor francés habla sobre el concepto de “mediología”, su teoría acerca de la transmisión cultural y de los medios de comunicación. La mediología, según el mismo Debray, intenta abordar las funciones sociales tales como la religión, la política, la ideología, en su relación con las estructuras técnicas de transmisión de la información. Le interesa cómo en una sociedad, ciertos símbolos producen efectos concretos. Así, nos referimos a mediología cuando hablamos de todas las interacciones entre técnica y cultura. Debray describe la cultura actual desde esta nueva mirada: el Estado da menos importancia a las mediaciones simbólicas e institucionales en provecho de la inmediatez emotiva de la imagen-sonido: la transmisión en directo prima sobre la efectuada en diferido, el breve sobre el largo plazo, las personalidades visibles sobre las invisibles (que no aparecen en la pantalla). Pero, por otro lado, hay un tema que para él es muy serio: la relación de las nuevas tecnologías con la educación. Así, quiere dejarnos en claro que el conocimiento es más que información: “si no se enseña a leer un poco a los niños, nunca se les enseñará a ver”. No se puede apuntar a la difusión de los mensajes antes de la formación de las mentes. El proceso a realizar es el inverso.

La imagen a través del Espacio

¿Cómo puede una nave espacial enviar una fotografía que registra en el Espacio de regreso a la Tierra?

Pasos:

1) Hay instrumentos en la nave espacial que recogen información (‘datos’): cámaras que toman fotografías de la Tierra u otros planetas.

2) Los ‘datos’ se transmiten a la computadora de la nave espacial.

3) La computadora convierte los ‘datos’ en paquetes de unos y ceros.

4) Esos paquetes contienen los datos de las cámaras y sensores, además de información sobre esos instrumentos, como la hora en que se tomaron las fotografías.

5) La computadora manda esos paquetes de unos y ceros a un ‘transpondedor’.

6) El ‘transpondedor’ codifica los unos y ceros para convertirlos en una señal de radio.

Hacer clic para zoom

7) La antena de la nave espacial transmite la señal de radio hacia la Tierra.

8) Una antena en la Tierra recibe la señal de radio de la nave espacial.

9) Un receptor en la Tierra decodifica la señal de la nave espacial convirtiéndola en unos y zeros nuevamente.

10) El receptor envía los unos y ceros a una computadora en la Tierra que convierte esos números en paquetes de ‘datos’, iguales a los paquetes que la nave espacial creó originalmente.

Eco: la asimetría de la guerra

En Cinco escritos morales (1997), Umberto Eco, analiza cinco temas de actualidad, entre ellos, por qué la guerra ha pasado a ser inviable hoy en día. En este primer ensayo llamado “Pensar la guerra”, el autor afirma que la sociedad de la información instantánea y del transporte rápido, de la emigración continua y de la naturaleza de las nuevas tecnologías ha hecho de la guerra algo inútil e infructífero. Es que las nuevas tecnologías de la comunicación permiten flujos informativos capaces de neutralizar la guerra. La información al alcance de todos (y, por qué no, la divulgación de imágenes que existe hoy en día a través de blogs y redes sociales) hace que sea imposible ocultar los intereses ilegítimos que toda guerra conlleva. Agrega Eco que la guerra en la actualidad ha dejado de ser guerra de un bando contra otro, se trata de una competencia entre infinitos poderes financieros ya que el propio conflicto se juega en términos económicos. Por eso al finalizar la guerra, aunque uno de los bandos parezca beneficiado, la guerra está perdida para todos. De esta forma, la guerra se prolongará en una dramática inestabilidad política, económica y psicológica durante décadas venideras, que no podrá llegar a su fin. La guerra en la actualidad ha pasado a ser un atentado contra la humanidad en general.

Manipulación y poder

Durante la guerra en Irak, EEUU y sus aliados certificaron la agresión con imágenes sobre supuestos arsenales de exterminio masivo, pero hay otros casos recientes de manipulación de la imagen en pos del poder político. Los casos de manipulación de imágenes que tergiversan la información se repiten constantemente. Un caso reciente causó revuelo en Egipto. El periódico gubernamental Al–Ahram publicó una imagen tomada en los pasillos de la Casa Blanca cuando comenzó una nueva ronda de negociaciones de paz entre israelíes y palestinos a principios de septiembre. En la imagen se veía a los líderes caminando sobre una alfombra roja: el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, el rey Abdalá II de Jordania, el presidente estadounidense, Barack Obama y en primer plano el presidente egipcio Hosni Mubarak. El mandatario egipcio de 82 años se encontraba en realidad a un costado y era Obama el que estaba en primer plano, como pudo verse por imágenes difundidas por agencias y por la televisión. El jefe de la redacción árabe de la Deutsche Welle, Rainer Sollich, explica que el rotativo egipcio manipuló la imagen muy probablemente debido a que habrá elecciones próximamente en el país árabe. “No está claro si será Mubarak o su hijo quien se postulará como candidato, pero lo que el diario intenta es mostrar que Mubarak es una personalidad líder que incluso encabeza a Obama y Netanyahu”, dice.

Usos superficiales de la imagen

Se ve que las estrategias del PRO consisten en cambiar la imagen de aquella vaga tecla de play sobre un fondo amarillo y ninguna otra palabra. Para su campaña política de 2011, una multiplicidad de triángulos multicolores le da un toque forzadamente carnavalesco y divertido a la campaña. Incluso en su lanzamiento, Mauricio Macri insistió en bailar en público entre un cotillón de globos, mientras su esposa embarazada subía al escenario para darle el toque final a la imagen familiar que busca tener cualquier político para ser aprobado. Hoy, la ciudad de Buenos Aires está empapelada con el eslogan “Sos bienvendido”, acompañado de la imagen de vecinos: desde estudiantes y rockeros hasta ancianos y trabajadores. Pero detrás de esa imagen se esconde un casting publicitario hecho por la agencia El Grillo que pedía “gente común, look argento, pelo castaño o morocho, tez trigueña o blanca. Ni rubios ni look caucásico”. ¿A quién quiere hacer sentir “bienvenido” Macri? Es evidente que el mensaje apunta a aquellos vecinos de menos recursos. Quiere tutearse con la juventud de las barriadas más populares, cuando el PRO está asociado al estereotipo de ‘gente como uno’. No olvidemos que, a partir del desarrollo de la fotografía en el siglo XX, la imagen se constituye a sí misma como una sociedad de información, supeditando al texto, de tal modo que se va convirtiendo en el elemento determinante de la comunicación de masas. Así, la imagen en tanto unidad de información puede caer también en usos superficiales: la obviedad y la discriminación.


Imágenes peligrosas... y mentirosas

Fue en febrero de 2005 cuando las tres principales agencias de fotografía del mundo, AP, AFP y Reuters, distribuyeron una fotografía de un soldado norteamericano secuestrado en Irak que, después de unas horas, se supo que se trataba de un muñeco 'madelman'. La fotografía fue descargada de una página web del islam en la que amenazaban con matar al soldado en 72 horas si no se ponían en libertad los presos iraquíes. Las dudas sobre la credibilidad de la imagen se basaron en que, por un lado, el Pentágono afirmaba que en esos momentos no había ningún soldado estadounidense desaparecido en Irak, y por otro, el director de marketing de la empresa Dragon Models USA Inc aseguraba que la imagen del soldado se parecía mucho a uno de los modelos que comercializa la compañía. Resulta ser que el muñeco, que se llama 'Cody', tiene exactamente el mismo uniforme que luce el soldado de la fotografía y, como si esto fuera poco, la ametralladora que en la foto apunta al soldado, las rodilleras y el chaleco antibalas vienen como complemento del muñeco. Pero todo corre a grandes velocidades en el mundo de Internet y numerosos medios de comunicación de todo el mundo, entre ellos The New York Times, ya habían publicado la noticia del soldado secuestrado. Asumiendo el grave equívoco, Santiago Lyon, director de fotografía de AP, dijo: "No es la primera vez que gente desconocida intenta engañarnos a través de Internet. Hay que ser extremadamente cautelosos con las imágenes que no tienen garantías. Internet tiene mucho peligro y estas cosas animan a otros a hacer lo mismo".

Dar la vida por la imagen

Fue en 1993 cuando el fotógrafo sudafricano Kevin Carter tomó en Sudán la imagen de Kong Nyong, una niña desnutrida, con un buitre a punto de acecharla por detrás. La fotografía fue publicada por The New York Times y al año siguiente Carter ganó el premio Pulitzer por dicha imagen. Pero la presión de la crítica fue más y el fotógrafo se suicidó dos meses después de recibir el premio. La opinión pública entendió la foto como una alegoría de lo que sucedía en Sudán: la niña representaba la pobreza, el buitre era el capitalismo y Carter era la indiferencia del resto de la sociedad. La pregunta de por qué se suicidó es más fácil de responder que la de por qué no ayudó a la niña. El hombre se encontró en una encrucijada en la que se vio obligado a elegir...y no dudó. Por eso no nos extraña que en su carta de suicidio haya escrito: "Estoy atormentado por los recuerdos vividos de los asesinatos y los cadáveres y la ira y el dolor [...] del morir del hambre o los niños heridos".

Publicidad engañosa: anuncio L'Oréal

Ya se había hablado del anuncio de la marca L’Oréal protagonizado por Penélope Cruz, donde se veía a la actriz española con unas maravillosas pestañas conseguidas a base de un producto que hacía que tus pestañas se extendieran hasta un 60 por ciento. A pesar de lo increíble que pareciese el producto se comenzó a dudar si las pestañas de la actriz eran o no postizas, y en el caso de que lo fuesen, L’Oréal estaría haciendo publicidad tramposa al no indicarlo en el anuncio. L’Oréal, responsable del producto, se justificó argumentando que el uso de pestañas postizas en sus anuncios es una “práctica de uso común en la industria publicitaria”. De todos modos, la firma ha tenido que modificar el anuncio de máscara de pestaña Telescopic y ha precisado ahora que son postizas. En el anuncio aparece la imagen de la actriz en una terraza cerca de un telescopio y dice: “Imagina, pestañas que pueden alcanzar las estrellas”, y ahora en el spot emitido en España introduce un texto que aparece brevemente en la parte inferior de la pantalla indicando que se trata de un “anuncio realizado con inserciones de pestañas”.

miércoles, 15 de junio de 2011

Publicidad: la imagen se abre paso



Las imágenes previas corresponden a la publicidad de la marca de ropa italiana Benetton realizada por Oliviero Toscani en los años noventa. En una entrevista realizada por Sophie Boukhari para el Correo de la UNESCO de diciembre de 1998, el iconoclasta de Benetton afirma que a partir de los años sesenta las marcas empezaron a usar la técnica de la imagen para vender un símbolo. Según Toscani, el modelo de publicidad va a cambiar porque el consumidor sabe elegir. Para él los publicistas deberían ser más creativos, convertir su producto en un producto artístico. Él lo hizo, puso el producto al servicio de los grandes problemas de la humanidad y, según él mismo dice, fue rentable. En efecto, la empresa Benetton se ha vuelto diez veces más importante desde que Toscani impuso este modelo de publicidad.